jueves, 11 de junio de 2015

PINTURAS Y ESCULTURAS DEL BARROCO

PINTURA BARROCA

La pintura barroca es la pintura relacionada con el movimiento          cultural barroco. 
El movimiento se le identifica con el absolutismo, la Contrarreforma y el renacimiento católico, pero la       existencia de importante arte y        arquitectura barrocos en países no     absolutistas y protestantes por toda   Europa Occidental evidencian su         amplia popularidad. 
La pintura adquirió un papel prioritario dentro de las manifestaciones artísticas, y llegó a ser la expresión más característica del peso de la religión en los países católicos y del gusto burgués en los países protestante.

Sin duda el XVII el el siglo de oro de las artes en España como consecuencia de un momento dulce cultural.
La pintura barroca del Siglo de Oro en España tiene una serie de características más o menos comunes:
  • Predominan los temas religiosos porque es el momento de la Contrarreforma.
  • Los pintores españoles reciben la influencia del tenebrismo de Caravaggio en el tratamiento de la luz, aunque luego lo abandonan.
  • Existe una deliberada ausencia de sensualidad en la pintura como consecuencia del periodo histórico que se vive, muy influido por el miedo a la Inquisición.
  • El principal cliente de los pintores es la poderosa Iglesia de la época.


    Rapto de las Sabinas.
    El predominio del tenebrismo naturalista de influencia italiana había empezado tímidamente en El Escorial, y llega a Valencia de la mano de , Francisco Ribalta, quien iniciará una escuela particularmente definida tras su establecimiento en esta capital en 1599. Su producción pictórica es toda una lección del ambiente escurialense con evocaciones de Cambiaso, Zuccaro, Tibaldi, pero en Valencia evoluciona hacia un arte de profundo sentimiento religioso motivado por la contemplación de los cuadros de Sebastiano del Piombo que tenía la familia Vich, como se observa en el Encuentro del Nazareno con su madre. Uno de sus mejores logros naturalistas es San Francisco abrazado al crucificado, en el que una luz dirigida contribuye al arrobo místico y fervorosa entrega del franciscano; y el prodigioso Retablo de la Cartuja de Portacoeli, realizado entre 1625-1628, del que llama la atención la monumental apostura de los modelos naturalistas, destacando el San Bruno por su intensidad expresiva.

    Museo de bellas artes de Valencia.















    ESCULTURA BARROCA

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